(2004; 543 páginas)

17.4 Antiinflamatorios
La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn son enfermedades inflamatorias intestinales.
COLITIS ULCEROSA. Las crisis agudas de colitis ulcerosa requieren tratamiento con corticoides locales como la hidrocortisona en forma de supositorios o edemas de retención. Dado el riesgo de perforación intestinal, la administración rectal de hidrocortisona se debe realizar con extrema precaución en pacientes con enfermedad ulcerosa grave y no se debe administrar a estos pacientes sin realizar un examen proctológico completo. La enfermedad más extensa requiere tratamiento con corticoides por vía oral y la enfermedad extensa grave o fulminante requiere ingreso hospitalario y la administración de corticoides por vía intravenosa; otros tratamientos pueden ser sustitutos de electrolitos y líquidos intravenosos, transfusión sanguínea, y posiblemente nutrición parenteral y antibióticos. La sulfasalacina es un aminosalicilato útil en el tratamiento de la enfermedad sintomática. También es útil para mantener la remisión en la colitis ulcerosa en los que no se recomienda tratamiento con corticoides debido a los efectos adversos. En casos resistentes o con recurrencias frecuentes, puede ser útil la azatioprina 2-2,5 mg/kg al día (sección 8.1) administrada con una estrecha supervisión. Los laxantes son necesarios para favorecer la motilidad intestinal cuando hay proctitis. En la colitis ulcerosa activa no se recomienda administrar fármacos inhibidores de la motilidad, como la codeína, o antiespasmódicos porque pueden precipitar un íleo paralítico y un megacolon. La diarrea secundaria a la disminución de la absorción de sales biliares puede mejorar con colestiramina. Es esencial un cuidado nutricional general y suplementos adecuados. Se recomiendan las dietas ricas en fibra o bajas en residuos. En el síndrome de colon irritable durante los períodos de remisión de la colitis ulcerosa es necesario evitar una dieta rica en fibra y posiblemente el tratamiento con un antiespasmódico (véase sección 17.5).
ENFERMEDAD DE CROHN. El tratamiento de la enfermedad de Crohn del colon es similar al de la colitis ulcerosa. En la enfermedad del intestino delgado, la sulfasalacina puede tener un beneficio marginal. Los síntomas y la inflamación asociados a la exacerbación de la enfermedad son suprimidos por corticoides orales como la prednisolona. El metronidazol puede ser beneficioso en el tratamiento de la enfermedad de Crohn activa, especialmente con afectación perianal, posiblemente por su actividad antibacteriana. Se deben administrar otros antibacterianos si se indica de manera específica (por ejemplo, sepsis asociada a fístulas y enfermedad perianal) y para el tratamiento del sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado. Es fundamental un cuidado nutricional general y suplementos adecuados.
Hidrocortisona
La hidrocortisona en enema de retención es un preparado de corticoide rectal (distinto de los supositorios) representativo. Hay varios fármacos alternativos
Las preparaciones rectales de hidrocortisona son fármacos complementarios
Supositorios, acetato de hidrocortisona 25 mg
Enema de retención (Solución rectal), hidrocortisona 100 mg, ampolla 60 ml
Indicaciones: colitis ulcerosa, proctitis, proctosigmoiditis; anafilaxia (sección 3.1); dermatología (sección 13.3); insuficiencia adrenocortical (sección 18.1)
Contraindicaciones: uso de enemas en obstrucción intestinal, perforación intestinal o fístulas extensas; infecciones no tratadas
Precauciones: se requiere examen proctológico antes del tratamiento; se puede producir absorción sistémica (véase la sección 18.1); hay que evitar su uso prolongado; gestación (Apéndice 2); lactancia (Apéndice 3); interacciones: Apéndice 1
Posología:
Colitis ulcerosa, proctitis, por vía rectal (supositorios), ADULTOS 25 mg dos veces al día durante 2 semanas; se puede aumentar a 25 mg 3 veces al día o bien 50 mg dos veces al día en casos graves; en la proctitis facticia se puede requerir tratamiento durante 6-8 semanas
Colitis ulcerosa, proctitis ulcerosa, proctosigmoiditis ulcerosa, por vía rectal (enema de retención), ADULTOS 100 mg por la noche durante 21 días o hasta la remisión clínica y proctológica; si no hay mejoría clínica y proctológica a los 21 días, suspenda; para la remisión proctológica puede ser necesario un tratamiento durante 2-3 meses; cuando se administra durante más de 21 días, retirada gradual con 100 mg a noches alternas durante 2-3 semanas
Efectos adversos: dolor local o sensación de quemazón; hemorragia rectal (se ha descrito con el uso de enema); exacerbación de infecciones no tratadas; los supositorios pueden teñir los tejidos; efectos adversos sistémicos (sección 18.1)
Sulfasalacina
La sulfasalacina es un aminosalicilato representativo. Hay varios fármacos alternativos
Comprimidos, sulfasalacina 500 mg
Supositorios, sulfasalacina 500 mg
Enema de retención (Solución rectal), sulfasalacina 3 g, ampolla 100 ml
Indicaciones: colitis ulcerosa; enfermedad de Crohn; artritis reumatoide grave (sección 2.4)
Contraindicaciones: hipersensibilidad a los salicilatos o sulfonamidas; niños menores de 2 años; porfiria; obstrucción intestinal o urinaria; alteración renal grave
Precauciones: alteración renal (Apéndice 4); alteración hepática; déficit de G6PD; estado de acetilador lento; vigilancia del recuento de células hemáticas y función hepática al inicio y a intervalos mensuales durante los primeros 3 meses; vigilancia de la función renal al inicio y a intervalos durante el tratamiento; antecedente de alergia; gestación y lactancia (Apéndices 2 y 3); interacciones: Apéndice 1
ALTERACIONES HEMATOLÓGICAS. Hay que aconsejar a los pacientes que notifiquen cualquier hemorragia, hematoma, púrpura, dolor de garganta, fiebre, o malestar de causa inexplicable durante el tratamiento; hay que realizar recuento de células hemáticas y suspender de manera inmediata la sulfasalacina si hay sospecha o evidencia de alteración hematológica
Posología:
Colitis ulcerosa, por vía oral, ADULTOS 1-2 g 4 veces al día en la crisis aguda hasta la remisión, y se reduce hasta una dosis de mantenimiento de 500 mg 4 veces al día; NIÑOS mayores de 2 años, 40-60 mg/kg al día en la crisis aguda, y se reduce hasta una dosis de mantenimiento de 20-30 mg/kg al día
Enfermedad de Crohn activa, por vía oral, ADULTOS 1-2 g 4 veces al día en la crisis aguda hasta la remisión; NIÑOS mayores de 2 años, 40-60 mg/kg al día en la crisis aguda
Colitis ulcerosa, colitis de Crohn, por vía rectal (supositorios, usados solos o en combinación con tratamiento oral), ADULTOS 0,5-1 g por la mañana y la noche tras una evacuación; por vía rectal (enema de retención), ADULTOS 3 g por la noche retenidos durante una hora como mínimo; NIÑOS no se dispone de un preparado adecuado
Efectos adversos: náusea, exacerbación de colitis; diarrea, pérdida de apetito, fiebre, alteraciones hematológicas (como anemia con cuerpos de Heinz, anemia megaloblástica, leucopenia, neutropenia, trombocitopenia); reacciones de hipersensibilidad (con erupción, urticaria, síndrome de Stevens-Johnson (eritema multiforme), dermatitis exfoliativa, necrólisis epidérmica, prurito, fotosensibilización, anafilaxia, enfermedad del suero, nefritis intersticial, síndrome similar al lupus eritematoso); complicaciones pulmonares (como eosinofilia, alveolitis fibrosante); complicaciones oculares (como edema periorbitario); estomatitis, parotiditis; ataxia, meningitis aséptica, vértigo, tinnitus, alopecia, neuropatía periférica, insomnio, depresión, cefalea, alucinaciones; reacciones cutáneas (con proteinuria, cristaluria, hematuria); oligospermia; raramente pancreatitis aguda, hepatitis; coloración anaranjada de la orina; tinción de algunas lentes de contacto